La peregrinación de la lítica pulida

October 2, 2009

Luego de recibir nuestros permisos correspondientes del Consejo de Arqueología (formado por un comité de 11 arqueólogos destacados que regula la práctica de nuestra disciplina en el país), abordamos la difícil tarea de trasladar todos los fragmentos de lítica pulida recuperados durante el reconocimiento de superficie. Se cargaron 442 bolsas y 10 piezas en dos viajes desde la Villa Emiliano Zapata a la ciudad de Xalapa, Veracruz, que en total sumaron unas cuatro horas. Afortunadamente, Rodolfo Parra Ramírez y sus estudiantes de licenciatura habían dedicado la semana anterior a limpiar y vaciar un laboratorio del Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana, instancia que generosamente nos ha prestado sus instalaciones.

Cientos de kilos en material lítico

Cientos de kilos en material lítico

Natalia & Jonathan descargando el material

Natalia & Jonathan descargando el material

La limpieza no fue nada fácil. El laboratorio estaba repleto de cerámica, lítica pulida, entierros y muchos otros artefactos provenientes de un fascinante sitio arqueológico llamado Quiahuiztlan, el cual fue excavado por Mario Navarrete y Ramón Arellanos en los 90s. Nuestro equipo tuvo la difícil tarea de clasificar y almacenar correctamente los materiales en grupos, así como de enterrar la cerámica.

Limpiando el laboratorio

Limpiando el laboratorio

¡La diferencia!

¡La diferencia!

Sí, enterrarla. En México, una vez concluido el análisis, los arqueólogos deben entregar sus artefactos al INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia). Sin embargo, sus bodegas se han llenado desde hace décadas, por lo que la alternativa propuesta es la de crear cementerios de tepalcates (fragmentos cerámicos). Por ello, nuestro equipo cavó un pozo en el que vertió toda la cerámica, cubriéndola posteriormente con tierra. Es una tarea un tanto triste, pero el almacenamiento de estos materiales es realmente imposible. Por otra parte, los artefactos completos, restos humanos y objetos especiales fueron almacenados en cajas. Una vez que el laboratorio quedó limpio y ordenado, pudimos colocar los fragmentos provenientes de El Carrizal y comenzar el análisis. Nuestro equipo se ha ampliado nuevamente, incluyendo a 21 estudiantes de la licenciatura de la Universidad Veracruzana, así como a Ramiro Vivero, todos ellos para ayudarnos en la tarea de clasificar los artefactos. Los estudiantes de la preparatoria local continúan apoyándonos todas las tardes.

Ahora que ya está todo listo, manos a la obra!

Cala para enterrar lo materials arqueológicos

Cala para enterrar lo materials arqueológicos

Comments (1)

  1. Juan says:

    Cuanta cojudez hacen con su patrimonio los mexicanos!!! Lo peor es el cinismo con que lo cuentan.